¿Por qué otro blog? ¿Hace falta?
Realmente no. No importa.
Es sólo un espacio más.
Es mejor que uno menos.
¿Por qué arriesgarse, para qué? La propuesta que hasta ahora puede parecer absurda, se torna considerable cuando nos muestra que puede revelarnos un secreto: permanecer protegido, resguardarse, ponerse corazas no es su opuesto, si acaso, una fase que prolongamos y que después vuelve inusual la exposición, pero de cierto, no nos salva de nada; no hay de qué ocultarse. Entonces, poner de manifiesto nuestra vulnerabilidad refresca la intención de convocar; después quién sabe.
El punto es que aquí está el espacio. Se nutrirá de imágenes, de cosas, de tiempo. Pasará por aquí gente importante, vital. Mientras tanto, el saludo.
